El cáncer de mama es el crecimiento desenfrenado de células malignas en el tejido mamario. Existen dos tipos principales de cáncer de mama, el carcinoma ductal el más frecuente que comienza en los conductos que son los que llevan la leche desde la mama hasta el pezón y el carcinoma lobulillar que comienza en los lobulillos, que es donde se produce la leche materna.
Factores de riesgo
Diversas investigaciones han encontrado un grupo de factores de riesgo, o circunstancias, que hacen a una persona sea más propensa para desarrollar cáncer de mama.
Edad
El riesgo aumenta con la edad. La mayoría de cánceres de mama se produce sobre los 50 años; a los 60 el riesgo es más elevado y resulta muy poco frecuente por debajo de los 35 años, aunque también es posible.
Sexo
Las mujeres son las más propensas a desarrollar cáncer de mama. Los hombres también pueden padecer la enfermedad, pero la probabilidad es de uno por cada ciento cincuenta a decientas mujeres.
Antecedentes familiares
Las posibilidades aumentan si una hermana, madre o hija ha sufrido esta enfermedad. Además este riesgo se eleva si el familiar que ha padecido cáncer lo ha hecho antes de la menopausia, o si ha afectado a los dos senos. Entre 5 a 10% de los casos, el cáncer de mama es causado por mutaciones genéticas heredadas.
Haber sufrido otro cáncer
El riesgo de cáncer de mama aumenta si se ha sufrido previamente otro cáncer, especialmente de ovario o colon, o un cáncer de mama previo en una de las mamas. También son más propensas personas que tengan alguna enfermedad premaligna como una hiperplasia atípica (que es un crecimiento desordenado de las células de los conductos o lobulillos sin llegar aun a ser cáncer).
Menarquía temprana (primera menstruación antes de los 12 años)
Menopausia tardía (ultima menstruación posterior a los 50años)
Gestación
No haber tenido hijos, o el primer parto después de los 30 años.
Estilo de vida
Algunas investigaciones han hallado un posible vínculo entre el consumo de alcohol y el tabaco y el desarrollo de cáncer de mama.
Obesidad
Muchos investigadores indican que seguir una dieta baja en grasas y rica en frutas y verduras, así como practicar ejercicio físico de forma regular pueden ayudar a prevenir la aparición del cáncer de mama, sobretodo no subir de peso después de la menopausia.
Estrés
Una vida activa hasta límites excesivos no es conveniente ni beneficiosa. Llevar una vida estresante es nocivo para la salud y, en consecuencia, puede favorecer la aparición de enfermedades.
Hormonas
Ciertos investigadores indican que el uso de hormonas usadas como terapia hormonal de reemplazo (THR) puede aumentar el riesgo de cáncer, y sobretodo si se indica años después de haber terminado su ultima menstruación. El uso de anticonceptivos por periodos prolongados también incrementaría el riesgo de cáncer de mama